Misión
La misión de la Comunidad viatoriana es anunciar a Jesucristo y su Evangelio, y suscitar comunidades en las que se viva, se profundice y se celebre la fe (C. n° 8).
Los Viatores religiosos y los Viatores asociados son corresponsables en esta misión y se esfuerzan en realizarla a través de su trabajo de educadores, de sus tareas pastorales, profesionales y domésticas.
Ponen el acento en la proclamación de la Buena Noticia de Jesucristo, en particular entre los jóvenes y los desfavorecidos de nuestro tiempo (Cf. C. n° 9), y en el compromiso en favor de la paz y de la justicia social. Privilegian especialmente la catequesis de los niños y de los adultos y la vida litúrgica.
Según el proyecto del Fundador que les quería “clérigos parroquiales” y por su historia, los Viatores están llamados, dondequiera que se encuentren, a colaborar con la Iglesia local, haciendo valer su carisma en una actitud de escucha y diálogo con su obispo y los otros agentes pastorales (Cf. C. n° 8).
Colaboran con los laicos, hombres y mujeres de su entorno, acogiendo y sosteniendo especialmente a las personas que en el desarrollo de la misión viatoriana “se comprometen en nombre de los valores evangélicos” y participan, según sus posibilidades, en la vida espiritual y fraterna de la Comunidad viatoriana local.